HISTORIA
Nuestros comienzos
En los años en los que Jesús García López era muy joven, el poder ser aprendiz en un oficio y ganar unas perrillas, era la mejor forma de aprender y ayudar en la casa. A los 14 años comenzó a hacer horas en un taller y pudo comprarse su primer reloj.
Siguió así convirtiéndose en un gran soldador experto en todo tipo de soldaduras y además lo hacía con tanta precisión que enseguida llegó a oficial de primera y maestro soldador, y se contó con él para trabajar en sitios donde la perfección de las soldaduras era tan importante como la central de Garoña. El estudio quedaba para las noches.
A los 24 años y con todo lo aprendido, Jesús García montó su propia empresa, por aquel entonces, Talleres Garzal.
Sus trabajos evolucionaron desde moldes de hierro para calzado hasta el montaje de grandes empresas como Tabacalera o Itelsa. Desde el taller se realizaba todo lo necesario: máquinas, estructuras, sobrepisos, cintas transportadoras, moldes…
Impresionaba ver levantar grandes depósitos para bodegas que se hacían tumbados en la nave del taller, punto por punto, porque por diámetro y altura no dejaban hacerlo de otra manera.
HÉCTOR GARCÍA
El relevo de la empresa
Jesús estuvo al frente de la empresa hasta su jubilación y la dejó en las mejores manos, las de Héctor García Zaldivar, su hijo, que ya le acompañaba en el negocio desde hacía tiempo, familiarizándose con este mundo.
Héctor ha sabido aprender muy bien del maestro, y superarlo. Tanto es así, que realiza en su empresa piezas únicas que solucionan a las industrias problemas que en muy pocos lugares encuentran solución.